jueves, 9 de junio de 2016

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Contexto histórico, cultural y filosófico de Rawls.

Contexto histórico, cultural y filosófico de Rawls.

Contexto histórico: El final de la II Guerra Mundial, originó a una nueva estructura de las relaciones internacionales. Los dos grandes vencedores, EE UU y la URSS, se convertían en superpotencias y creaban sus respectivos bloques, integrando países en sus esferas de influencia mediante pactos económicos y militares. Tanto en EE UU como la URSS, aspiraban a extender por el mundo sus formas de organización económica, social y política, desarrollándose así la Guerra Fría.
La caída del muro del Berlín en 1989, produjo un cambio en la situación política mundial, la unificación de Alemania y la descomposición de la URSS, que supone el final de las dictaduras comunistas en Europa, y la desintegración del Pacto de Varsovia.

Contexto cultural: En el ámbito cultural, en el siglo XX se produce un gran avance científico y tecnológico, que da lugar a la globalización. Por un lado, se desarrollan los transportes como el avión o el automóvil, y por otro lado la tecnología de la información cobra importancia, lo que lleva a un mundo interconectado (Internet). También son destacables algunos inventos como la televisión.

Contexto filosófico: El Existencialismo, la Escuela de Frankfurt (estudia las posibilidades del marxismo y del socialismo en las sociedades tecnológicas) y la Filosofía Posmoderna (consideran que el proyecto ilustrado de la razón ha fracasado, lo que caracteriza a los tiempos actuales es la pluralidad cultural y la mezcla de diversas formas de ver el mundo, relativismo), el neocontractualismo (como nueva teoría del contrato social que surge en el siglo XX y que recupera la figura del contrato para explicar la legitimidad del poder político destacando Rawls).
Por último, el intuicionismo afirmaba la existencia de una serie de valores morales pero no establecía una regla de prioridad entre ellos. El utilitarismo, por su cuenta, ofrecía el principio de utilidad, que viene a ser la demandada regla de prioridad, de tal manera que la acción se haré en beneficio de la mayoría. Pero esto plantea un nuevo problema, y es que una minoría sale desfavorecida.

Contexto histórico, cultural y filosófico de Nietzsche.

Contexto histórico, cultural y filosófico de Nietzsche.

Contexto histórico: El filósofo Nietzsche nació en Röcken, Prusia, en el año 1844. Su vida duró prácticamente la mitad del siglo XIX (1844-1900), época en la que se destaca el proceso de industrialización. Se produce un gran avance en medicina con el descubrimiento de las primeras vacunas con el consecuente aumento demográfico.
Surgió la política colonialista, dada la necesidad de surtir a las fábricas, materias primas baratas y escasas en Europa. Y el modo de vida en este siglo pasa a ser principalmente urbano. También tiene grandes repercusiones el nacionalismo como doctrina política, que defiende la creencia en las virtudes superiores de la nación propia.

Contexto cultural: El ámbito cultural del siglo XIX, está marcado por la influencia del Romanticismo que aparece como reacción a la Ilustración y el Positivismo como alternativa a los excesos románticos. Es necesario destacar en este movimiento cultural a Wagner, a quien Nietzsche ve como prototipo del espíritu libre y ateo, hasta que más tarde su música adquiera connotaciones cristianas y nacionalistas haciéndole cambiar de parecer.
Además, Freud se opone también a la tradición racionalista. Él cree en la neurosis como una organización psíquica funcional para la vida en sociedad. Dado que todos compartimos unos mismos tabús (leyes) que nos permiten regular nuestras acciones como esperadas (en relación a la norma).
Lo que se ha venido a llamar su "filosofía del martillo" ha hecho que Nietzsche sea considerado uno de los grandes "maestros de la sospecha". Recogiendo las reflexiones de Nietzsche, junto a Marx y Freud, "sospecharon" que tras los valores de la modernidad y la cultura occidental se ocultaban oscuros intereses.

Contexto filosófico: El auge del Positivismo apuesta por la Ciencia como única forma válida de conocimiento, rechazando así la metafísica. A finales del siglo XIX surge el vitalismo, una corriente filosófica en la que se reivindica la vida como realidad primera y radical, a dicho movimiento pertenecen tanto Nietzsche como Ortega. Nietzsche adoptó la superioridad de la voluntad sobre la razón y la crítica a la moral kantiana, así que rechazó los valores ilustrados.
Lo que se ha venido a llamar su "filosofía del martillo", ha hecho que Nietzsche sea considerado uno de los grandes "maestros de la sospecha". Nietzsche en su "Genealogía de la moral", usó el método genealógico para descubrir que tras los valores morales de la civilización occidental se oculta la voluntad de poder y el resentimiento de los débiles frente a los fuertes.
Además, Nietzsche expresa el triunfo del secularismo de la Ilustración frente a las concepciones religiosas con la frase: "Dios ha muerto". Esta era entre otras una de sus críticas que le dan nombre del filósofo del martillo.

miércoles, 8 de junio de 2016

Contexto histórico, cultural y filosófico de Kant.

Contexto histórico, cultural y filosófico de Kant.

Contexto histórico: Kant nació en Königsberg, Prusia, en el año 1724 (siglo XVIII), Siglo de las Luces, llamado así por iluminar a la sociedad utilizando la razón autónoma. Una época destacada por el desarrollo de varias revoluciones que son las que establecen el periodo de la Ilustración. Dichas revoluciones son la Revolución Inglesa (1688) y la Revolución Francesa (1789), estas llevaron a un cambio político y social, que ayudó a acabar con el Antiguo Régimen, y que a mitad del siglo formó el despotismo ilustrado, cuyo ejemplo sería el monarca Federico II el Grande, en quien tanto confiaba Kant pues pensaba que acabaría llevando a la sociedad a una constitución republicana por medio de unas reformas paulatinas.

Contexto cultural: Esta época destaca por el uso de la razón autónoma, pero esta trata de diferenciarse de la religión y la tradición, aunque esto era complicado al ser un Antiguo Régimen, para ello debía ser una razón secular. Por esto mismo los pensadores ilustrados delimitan dónde puede estar la religión y dónde el conocimiento científico, definiendo varias posturas filosóficas, que son teístas, ateos, agnósticos y por último deístas (postura de Kant). Además también destaca la época por la divulgación del saber, esto se consiguió por otra parte gracias a las Enciclopedia, comenzada por D'Alambert y Diderot en 1747, con lo que se buscaba el progreso de la humanidad.

Contexto filosófico: El éxito de la física de Newton llevó a Kant a cuestionarse por qué la metafísica aún no había alcanzado el rango de ciencia, y esto lo respondió con que sus objetos (Mundos, Alma y Dios), estaban más allá de la experiencia sensible, que es imprescindible para que haya conocimiento. Kant nos invitaba a razonar por nosotros mismos, es decir, usar la razón autónoma, y afirmaba que la filosofía se puede reducir a tres preguntas básicas: "¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me está permitido esperar?
Estas tres preguntas las trata de responder mediante varias obras. El ejemplo es la Crítica de la Razón Pura, donde señala que para resolver la oposición entre racionalismo y empirismo hay que realizar una síntesis entre estos, y esta consiste en que solo hay conocimiento cuando los elementos racionales se les suma la experiencia sensible. En la Crítica de la Razón Práctica se busca corregir el relativismo de la ética de Hume, distinguiendo las éticas materiales de las éticas formales. Kant era partidario de las éticas formales, que se caracterizan por el imperativo categórico formulado: "Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se tome ley universal".

Contexto histórico, cultural y filosófico de Marx.

Contexto histórico, cultural y filosófico de Marx.

Contexto histórico: La Revolución Industrial se desarrolla en el siglo XIX, y se produce el triunfo de las revoluciones burguesas. En este siglo se produjo el nacionalismo unificador, y también está marcado por la burguesía y el capitalismo mercantilista. El capitalismo y el proceso de industrialización provocan la creación de una nueva clase social, el proletariado, y el nacimiento del conflicto social. Los ideales ilustrados de igualdad, libertad y fraternidad impulsaron los movimientos revolucionarios en los que Marx desempeñó un papel importante: revolución de 1848.

Contexto cultural: En el siglo XIX, el romanticismo dio lugar a la ruptura con la razón y la búsqueda del sentimiento y del individualismo. El realismo y el naturalismo, reflejaron la situación de penuria que acompañaba a gran parte de la sociedad.
Se produjo un avance científico que hará que se considere la ciencia como solución a todos los males.

Contexto filosófico: Tanto Hegel como Feuerback, influyeron en el pensamiento de Marx.
Marx se interesó en la economía política inglesa, en la que destacaba Adam Smith. Esta política económica liberal olvida que en el capitalismo, el concepto de trabajo a cambio de un salario, constituye en una fuente de alienación y de desigualdad social.
El socialismo utópico consideraba que la propiedad privada era el origen de la corrupción y desigualdad social del capitalismo, así que pretende crear comunidades constituidas de acuerdo con ideales sociales. Engels y Marx lo criticaron porque no analizaban los fundamentos económicos de la sociedad capitalista, y no tenían en cuenta la realidad de la lucha de clases.

lunes, 25 de abril de 2016

sábado, 6 de febrero de 2016

6ª parte texto Descartes y Resumen

No sé si debo entreteneros con las primeras meditaciones allí realizadas, pues son tan metafísicas y tan poco comunes, que no serán del gusto de todos. Y sin embargo, con el fin de que se pueda opinar sobre la solidez de los fundamentos que he establecido, me encuentro en cierto modo obligado a referirme a ellas. Hacía tiempo que había advertido que, en relación con las costumbres, es necesario en algunas ocasiones opiniones muy inciertas tal como si fuesen indudables, según he advertido anteriormente. Pero puesto que deseaba entregarme solamente a la búsqueda de la verdad, opinaba que era preciso que hiciese todo lo contrario y que rechazase como absolutamente falso todo aquello en lo que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de comprobar si, después de hacer esto, no quedaría algo en mi creencia que fuese enteramente indudable. Así pues, considerando que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal como nos la hacen imaginar. Y puesto que existen hombres que se equivocan al razonar en cuestiones relacionadas con las más sencillas materias de la geometría y que incurren en paralogismos, juzgando que yo, como cualquier otro estaba sujeto a error, rechazaba como falsas todas las razones que hasta entonces había admitido como demostraciones. Y, finalmente, considerado que hasta los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos pueden asaltarnos cuando dormimos, sin que ninguno en tal estado sea verdadero, me resolví a fingir que todas las cosas que hasta entonces habían alcanzado mi espíritu no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero, inmediatamente después, advertí que, mientras deseaba pensar de este modo que todo era falso, era absolutamente necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa. Y dándome cuenta de que esta verdad: pienso, luego soy, era tan firme y tan segura que todas las extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacerla tambalear, juzgué que podía admitirla sin escrúpulo como el primer principio de la filosofía que yo indagaba.

Posteriormente, examinando con atención lo que yo era, y viendo que podía fingir que carecía de cuerpo, así como que no había mundo o lugar alguno en el que me encontrase, pero que, por ello, no podía fingir que yo no era, sino que por el contrario, sólo a partir de que pensaba dudar acerca de la verdad de otras cosas, se seguía muy evidente y ciertamente que yo era, mientras que, con sólo que hubiese cesado de pensar, aunque el resto de lo que había imaginado hubiese sido verdadero, no tenía razón alguna para creer que yo hubiese sido, llegué a conocer a partir de todo ello que era una sustancia cuya esencia o naturaleza no reside sino en pensar y que tal sustancia, para existir, no tiene necesidad de lugar alguno ni depende de cosa alguna material. De suerte que este yo, es decir, el alma, en virtud de la cual yo soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo, más fácil de conocer que éste y, aunque el cuerpo no fuese, no dejaría de ser todo lo que es.

Analizadas estas cuestiones, reflexionaba en general sobre todo lo que se requiere para afirmar que una proposición es verdadera y cierta, pues, dado que acababa de identificar una que cumplía tal condición, pensaba que también debía conocer en qué consiste esta certeza. Y habiéndome percatado que nada hay en pienso, luego soy que me asegure que digo la verdad, a no ser que yo veo muy claramente que para pensar es necesario ser, juzgaba que podía admitir como regla general que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas; no obstante, hay solamente cierta dificultad en identificar correctamente cuáles son aquellas que concebimos distintamente.

A continuación, reflexionando sobre que yo dudaba y que, en consecuencia, mi ser no era omniperfecto pues claramente comprendía que era una perfección mayor el conocer que el dudar, comencé a indagar de dónde había aprendido a pensar en alguna cosa más perfecta de lo que yo era; conocí con evidencia que debía ser en virtud de alguna naturaleza que realmente fuese más perfecta. En relación con los pensamientos que poseía de seres que existen fuera de mi, tales como el cielo, la tierra, la luz, el calor y otros mil, no encontraba dificultad alguna en conocer de dónde provenían pues no constatando nada en tales pensamientos que me pareciera hacerlos superiores a mí, podía estimar que si eran verdaderos, fueran dependientes de mi naturaleza, en tanto que posee alguna perfección; si no lo eran, que procedían de la nada, es decir, que los tenía porque había defecto en mi. Pero no podía opinar lo mismo acerca de la idea de un ser más perfecto que el mío, pues que procediese de la nada era algo manifiestamente imposible y puesto que no hay una repugnancia menor en que lo más perfecto sea una consecuencia y esté en dependencia de lo menos perfecto, que la existencia en que algo proceda de la nada, concluí que tal idea no podía provenir de mí mismo. De forma que únicamente restaba la alternativa de que hubiese sido inducida en mí por una naturaleza que realmente fuese más perfecta de lo que era la mía y, también, que tuviese en sí todas las perfecciones de las cuales yo podía tener alguna idea, es decir, para explicarlo con una palabra que fuese Dios. A esto añadía que, puesto que conocía algunas perfecciones que en absoluto poseía, no era el único ser que existía (permitidme que use con libertad los términos de la escuela), sino que era necesariamente preciso que existiese otro ser más perfecto del cual dependiese y del que yo hubiese adquirido todo lo que tenía. Pues si hubiese existido solo y con independencia de todo otro ser, de suerte que hubiese tenido por mí mismo todo lo poco que participaba del ser perfecto, hubiese podido, por la misma razón, tener por mí mismo cuanto sabía que me faltaba y, de esta forma, ser infinito, eterno, inmutable, omnisciente, todopoderoso y, en fin, poseer todas las perfecciones que podía comprender que se daban en Dios. Pues siguiendo los razonamientos que acabo de realizar, para conocer la naturaleza de Dios en la medida en que es posible a la mía, solamente debía considerar todas aquellas cosas de las que encontraba en mí alguna idea y si poseerlas o no suponía perfección; estaba seguro de que ninguna de aquellas ideas que indican imperfección estaban en él, pero sí todas las otras. De este modo me percataba de que la duda, la inconstancia, la tristeza y cosas semejantes no pueden estar en Dios, puesto que a mí mismo me hubiese complacido en alto grado el verme libre de ellas.


RESUMEN

Descartes se dedicaba a buscar la verdad y piensa que todo de lo que se dude, todo lo que percibamos con los sentidos y las demostraciones, es falso.
Dice que las cosas que siente y piensa en sus sueños son mas verdaderas que las que piensa y siente en la realidad.
Respecto a la frase "pienso, luego existo" deduce que el hecho de que él piense, hace que automáticamente exista.
Dice que en el pensamiento del ser humano se encuentra toda la sustancia de este y, por lo tanto, piensa que no necesita un cuerpo.
Tiene un pensamiento dualista, porque piensa que el alma y el cuerpo no tienen ninguna unión, es decir, estan separados.
Descartes, cree en un posible Dios que sea más perfecto que todos las demás personas y que sea el que inculque las ideas innatas, que son las perfectas, las cuales piensa que estan en ese Dios, aunque las ideas imperfectas no.

Contexto historico, cultural y filosófico de Platón

Contexto histórico, cultural y filosófico de Platón.

Histórico: A Platón le toca vivir una época de crisis política. La guerra del Peloponeso enfrentó, durante 30 años, a las dos ciudades más poderosas de Grecia: Atenas y Esparta, representantes de dos modelos políticos diferentes. La democracia ateniense frente a la aristocracia totalitaria espartana. La derrota de Atenas supuso el ascenso al poder del régimen oligárquico de los Treinta Tiranos impuestos por los vencedores. Tiempo después una revuelta restaura la democracia. Sin embargo, para Platón este gobierno fue incluso peor que el anterior. Entre las torpezas que cometió está la condena a muerte de Sócrates. Este episodio convenció definitivamente a Platón de la necesidad de una reforma de la organización política, a la que dedicó gran parte de su esfuerzo intelectual.


Cultural: En lo cultural Platón vive en el momento de mayor esplendor del clasicismo griego. Destacan en literatura los dramas de Sófocles y Eurípides, y las comedias de Aristófanes. También comienzan los estudios históricos con Heródoto y Tucídides. Por otra parte, las artes plásticas y la arquitectura cívico-religiosa viven un florecimiento espectacular.


Filosófico: Platón fue discípulo de Sócrates que se convierte en su mayor influencia. De éste heredó Platón su apuesta por la objetividad de los valores y la verdad, frente al relativismo y escepticismo de los sofistas que se extendía tanto al ámbito del conocimiento como al moral. El intelectualismo también lo debe a Sócrates, concordando con él en que el conocimiento es la vía adecuada para actuar bien y alcanzar la felicidad. Platón tuvo conocimiento, asimismo, de la obra de los primeros filósofos. Rechazó la preocupación de los “Físicos” por la Naturaleza, así como, el mecanicismo de los atomistas. En su defensa de la inmortalidad y reencarnación del alma se percibe la influencia del pitagorismo, al igual que en el papel fundamental que concede, tanto para el Conocimiento, como para la Educación a las Matemáticas. Su concepto de Demiurgo es deudor de la idea de Anaxágoras de una inteligencia ordenadora (nous). Además Platón pretendió cerrar, con su teoría de los dos mundos, la fractura que en el pensamiento griego había abierto la incompatibilidad y enfrentamiento de las posturas sobre el ser y la realidad expresadas por Parménides y Heráclito. Ambos mundos, el del devenir de Heráclito y el eterno e inmutable parmenídeo eran reales, ahora bien, el auténtico es el del eleata, el otro es mera copia.

Contexto historico, cultural y filosófico de Descartes

1. Contexto histórico. El siglo XVII es un período de crisis en Europa: La consolidación de los estados modernos, sus afanes imperialistas y la lucha por la hegemonía entre Francia, España, Holanda e Inglaterra, provocan grandes enfrentamientos entre ellos. A los que se unen las guerras religiosas que azotan Europa. Una buena parte de la vida de Descartes coincide con la Guerra de los 30 años entre los estados católicos y protestantes del imperio alemán que concluye con la Paz de Westfalia. Francia, al igual que el resto de las grandes naciones europeas de la época, se organiza como una Monarquía Absoluta, que llegará a su apogeo con Luís XIV y la identificación entre el monarca y el estado.

2. Contexto cultural. Si desde el punto de vista histórico el tiempo de Descartes es el siglo XVII, desde el punto de vista cultural su tiempo es el Barroco. Es esta una época cuyo tono general es pesimista. A este pesimismo contribuye en gran medida la confrontación teológica entre católicos y protestantes de la que hemos hablado antes y en la que Descartes participó. Otro rasgo cultural interesante de esta época es la invención y desarrollo de la imprenta. Este invento permite, entre otras cosas, que el ámbito de la cultura salga fuera de los círculos eclesiásticos (Monasterios, catedrales) haciéndose accesible a personas ajenas a la religión. De ahí también que el latín comience a no ser la lengua culta en exclusiva y se publiquen muchos libros en las lenguas nacionales.

3. Contexto filosófico. La vida de Descartes coincide con el final del Renacimiento. Desde el punto de vista filosófico, podemos decir que ya hacía algún tiempo que Dios había dejado de ser el centro de la preocupación filosófica como ocurría en la Edad Media. El hombre se convierte en el objeto principal de la filosofía y, especialmente, los temas relacionados con el conocimiento. La escolástica medieval basada en el realismo aristotélico entra en crisis principalmente por causa del Nominalismo de Ockham que supone la ruptura entre fe y razón. Este es el terreno en el que Descartes es considerado el fundador y principal representante de la corriente racionalista. Esta corriente toma como referencia la ciencia moderna (Galileo, Bacon, Kepler) y como modelo el método matemático. Además, como el propio nombre indica, conceden a la razón, el conocimiento teórico, una importancia radical, aceptando el innatismo de los principios esenciales del conocimiento y despreciando el conocimiento sensorial como fuente fiable. Leibniz, Spinoza y, por supuesto el propio Descartes son los principales representantes del Racionalismo. Históricamente, el Racionalismo encuentra su oposición en el Empirismo británico de Locke y Hume. Ellos, y especialmente Hume, representan la oposición radical a la filosofía cartesiana fundando una corriente que rechaza la existencia de ideas innatas y pone en la información sensorial, la fuente y el límite del conocimiento humano.